Se ha hablando poco hasta el momento de cómo la tecnología afecta nuestra capacidad de soledad. Un nuevo estudio se encargó de analizar este aspecto y nos invita a reflexionar sobre el uso consiente de la tecnología. Meditar, orar, escribir, pilares indispensables para "encontrarnos".
“Más hiperconectados estamos, menos lugares existen donde podamos ir y estar realmente en soledad con nosotros mismos”, es decir, “podemos estar solos pero con la tecnología moderna, en realidad no lo estamos”, sostiene el estudio.
Es así que se analiza con frecuencia cómo la misma está disminuyendo nuestra capacidad de atención y corrompiendo las relaciones humanas, pero no así como está afectando nuestra soledad.
Un nuevo estudio analizó este aspecto y básicamente manifiesta que para vivir una buena vida, y llegar a ser personas maduras, es necesario inevitablemente estar contentos al estar solos, sumergidos en nuestros propios pensamientos.
Esto es así, porque la soledad es muchas veces necesaria para comprender quiénes somos y para reflexionar sobre decisiones importantes que se deben tomar en la vida. El autoexamen, la introspección… son necesarias hacerlas en soledad.
Por otra parte, otros estudios realizados manifiestan que la creatividad se potencia durante la soledad, que la misma reduce las posibilidades de depresión en los jóvenes y que mejora el desempeño escolar. Además, el permanecer más tiempo “desconectados”, los estimula a ser más empáticos.
Lo cierto es que, en general, en forma permanente "necesitamos" estar en línea... estamos tan sobreestimulados que nos volvemos “insoportables”. Esto es así a tal punto que otros estudios, llevados a cabo desde el 2014, concluyeron que la gente prefiere darse descargas eléctricas antes de estar sentados en una habitación de 6 a 15 minutos solos, nada más que con sus propios pensamientos.
Encontrarnos o reencontrarnos con nosotros mismos… claramente también ayudará fortalecer nuestras relaciones humanas. Para reflexionar, ¿no?