Glassdoor, la herramienta que promueve la transparencia en las ofertas laborales y en las políticas de recursos humanos.
Este portal web proporciona información de trascendencia vinculada con las organizaciones, concretamente datos sobre montos salariales, condiciones laborales, expectativas de carrera, etc.
Lo particular reside en que estas reseñas son brindadas en forma anónima por los propios empleados de las empresas o instituciones. ¿Qué busca Glassdoor con esto? Autoridad y legitimidad en la opinión formulada. No hay quien pueda juzgar mejor un trabajo que quien realmente lo realiza.
Glassdoor existe desde 2007, ha sido originado e impulsado desde los EEUU creando un fenómeno mundial con un impresionante capital de conocimiento relativo a las empresas y su comportamiento en la gestión de RRHH.
De estos datos se valen quienes buscan trabajo -o quienes quieren cambiarlo- y pretenden saber las verdaderas condiciones laborales a las que se enfrentarían. La herramienta les permite tomar una decisión, descartar una posibilidad, esperar un tiempo más propicio, o acelerar un cambio, siempre a partir de referencias más veraces que las “oficiales”.
También resulta una importantísima fuente de información para las empresas o instituciones. Pudiendo utilizarla para identificar debilidades propias y así buscar reducir las críticas negativas internas, o capitalizando las debilidades de su competencia en relación a la gestión del capital humano. De cualquier forma las acciones a tomar mejoran la calidad laboral de los empleados.
Existe un dato que le da más credibilidad aún a esta página y es que el 70% de quienes consultaron Glassdoor, previamente a tomar un empleo, están conformes con su elección laboral.
También la compañía evalúa la información que recibe, buscando que no haya acciones que pretendan vulnerar la transparencia de la que hacen gala y cuyo objetivo resulta clave para su existencia. En esa tarea rechazaron información “incorrecta o sospechosa” en el orden de un 15 a 20% de la incorporada en el año 2013.
Esta herramienta es propia de países más desarrollados, donde la búsqueda activa de trabajo es un método corriente y las posibilidades de cambiar de empleo se toma como algo normal y natural. Puede parecer un poco pretencioso para otras culturas, donde no abundan las opciones, y menos aún los controles desde la parte más débil de la relación de trabajo (el empleado).
No obstante no deja de ser muy alentador ver como esta generación de “millennials” (Generación del Milenio) promueve, a partir de la utilización de la red como instrumento, el control y la transparencia en la información, exponiendo a aquellos que ocultan métodos nocivos, irregulares o irrespetuosos a la condición humana.
Si ese es el nuevo camino al que nos llevan los jóvenes, proponiéndonos el “derecho a saber”, sean bienvenidos estos instrumentos tecnológicos que equilibraran un poco las balanzas de poder entre las organizaciones –públicas y privadas- con empleados, usuarios y clientes.