U$S 300 millones es la inversión asignada a este proyecto: Un auto que se maneje de manera autónoma.
La marca automotriz Volvo viene desde hace tiempo trabajando (como muchas otras empresas) en el modo de conducción autónoma o semi-autónoma y la empresa Uber también está en vías de dar un próximo paso.
Esta inversión está destinada principalmente a investigar y desarrollar hardware que permita detectar el tráfico y obstáculos en general; y un software para la dirección automática.
Lo más importante para señalar es que esto no es futurismo. Las pruebas empiezan este mes en Pensilvania (Estados Unidos). El auto autónomo en el período de prueba llevará un supervisor en el lugar del conductor. Uber ofrecerá el servicio "con o sin conductor" e irán viendo las reacciones del mercado.
El prestigio de Volvo como el auto más seguro, y de Uber, como una empresa por demás innovadora, forman una buena ecuación. Los relegados serían los conductores de Uber y de las empresas de taxis y remises convencionales; sin embargo la tecnología avanza. ¿Habrá que reinventarse?