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Las cuentas de correo electrónico se han convertido en un “baúl” de información privada y es usualmente utilizado para poder ingresar a cuentas de sitios que se utilizan con frecuencia u alguna nueva.
Por esta razón, la protección de esta información se ha convertido en algo importante para los usuarios.
Para conocer si una persona ajena ha ingresado a la cuenta, Gmail permite desde su versión de escritorio verificar las direcciones de IP y las ubicaciones con las que se han accedido.
El número de identificación IP es como una matrícula de los dispositivos en la web. Por ello si se conocen los IPs asociados a los dispositivos que se utilizan generalmente para ingresar, una persona puede darse cuenta si existe un inicio con uno “extraño”.
En la parte inferior derecha de la plataforma se encuentra la opción “Detalles”. Si se hace click sobre esta opción se abre una ventana que muestra el tipo de acceso (móvil o navegador), la ubicación (país con número de IP) con el horario y la fecha con los que se ha iniciado sesión en el correo.
Solo es posible visualizar los últimos diez ingresos, por lo que si se piensa que existen actividades sospechosas en el correo es recomendable revisarlo varias veces por día. Cuando el dueño de la cuenta observe actividades desconocidas, puede ingresar al sitio "Ip Lookup" para conocer más detalles del IP sospechoso.
La opción "Detalles" también permite cerrar todas las sesiones web que se han abierto de Gmail, para poder corroborar si un externo conoce la contraseña o existen actividades infrecuentes.
Para hacer todo esto es fundamental que el usuario conozca sus direcciones de IP y cierre el resto de las sesiones. Por otra parte, es recomendable cambiar la contraseña y activar la opción “Enviar alertas de actividad sospechosa”, como también revisar los datos de seguridad de la cuenta desde “Cuenta de Google”, que se encuentra en la foto de perfil (margen superior derecho).
