Los 800 millones de usuarios declarados pesan lo suficiente como para no detener la tendencia creciente e innovadora de Messenger. No solo las compañías telefónicas tiemblan, también aquellas aplicaciones que no logren acordar con la súper plataforma que busca concentrar todos los servicios posibles acotando el número de opciones.
Quizás sea algo que inexorablemente iba a ocurrir. Cada una de las creaciones del hombre que generaron una revolución en su época han sucumbido bajo una evolución de sí mismas o por el necesario reemplazo de algo más útil, más ventajoso, admirable o novedoso que deslumbra al salir a la luz.
La tecnología y su varita mágica hace desaparecer a las más grandes creaciones que nacieron pensadas para ser eternas. Algunos se conservan como clásicos, en general son objetos de culto o colección.
No es de extrañar entonces que debamos comenzar a darle la despedida a las líneas telefónicas como las conocemos hasta ahora. Facebook, el dueño por excelencia de la mensajería instantánea en todo el mundo -WhatsApp 900 millones de usuarios y Messenger otros 800 millones- diversifica los usos de la plataforma Messenger, generando un servicio móvil de pago, un servicio de reserva de automóviles (sociedad con Uber), y un servicio de asistencia virtual (el ya famoso “M”).
Esta apertura a nuevas opciones comerciales, y la posibilidad de lograr una interacción más fluida entre los usuarios y otras aplicaciones, dejan claro que Messenger es el “banco de pruebas” para innovar y crecer de Facebook, quedando WhatsApp como el conservador independiente del equipo que mantiene su fórmula sin grandes alteraciones.
No obstante 800 millones de respaldos dicen que estas novedades son muy bien recibidas entre los habitantes del globo.
Todas estas medidas no hacen más que ayudarnos a concluir lo que comenzamos escribiendo en este post, si logra Facebook interactuar directamente con aplicaciones no será necesaria una línea telefónica para descargar y acceder a ellas.
Simplificar y unificar, “todo en uno”, esa parece ser la idea a desarrollar en 2016, así se convertirá a Messenger en una súper plataforma capaz de reemplazar los servicios otorgados por las compañías de teléfono por un lado y por otro generar el vínculo con un grupo de aplicaciones acotadas en número que puedan dar una gran cobertura de servicios.
Las “computadoras de mano” en que se han convertido los móviles de hoy pueden comunicar en forma gratuita y otorgar miles de servicios sin estar atados al número de teléfono. Es suficiente una buena conexión de datos a internet. Solo queda –no falta mucho- que la cobertura de red a toda la geografía mundial se produzca.
¿Sentencia de muerte dictada? Veremos. Lo que sí es seguro es que la idea de Bell, puesta en práctica desde 1876, no ha parado de evolucionar promoviendo más y mejor comunicación y servicios. Difícilmente tan brillante imaginación hubiera llegado a soñar la realidad de su creación el día de hoy.