La australiana Guvera, una nueva opción de calidad para escuchar la música que quieras, dónde y cuándo quieras.
En forma legal y con el respaldo de grandes empresas vinculadas a la música internacional (Universal Music Group , EMI, Orchard, INgrooves, entre otros), más los vínculos formados con empresas titulares de derechos de autor (APRA, AMCOS, IMC, RightsFlow, y SESAC), Guvera avanza sumando usuarios en distintas partes del mundo.
Este servicio de streaming de música en línea salió a la luz en el año 2008. Aquella idea que surgió como una prueba para un grupo privado -al que se accedía solo por invitación especial, y que tuvo apertura paulatina en la web- se convierte en un gigante.
En marzo de 2014 cerró un acuerdo con la inmensa Lenovo para pre instalar el servicio de música en todos los productos móviles de la empresa china. Esto ha disparado la repercusión internacional del servicio y le aporta la presencia en los 160 mercados que maneja una de las fabricantes de computadoras y dispositivos más grandes del mundo.
Aún sigue creciendo. En enero de 2015 adquiere la británica Blinkbox Músic, un icono internacional en el rubro.
El funcionamiento general no es distinto lo ofrecido por otros servicios similares del mercado. El contenido musical pude ser descargado y transmitido desde el interior de la plataforma Guvera, dando un lugar de relevancia a la publicidad dirigida a los distintos géneros y estilos de música ofrecidos.
Está disponible para iOS, Android y Windows Phone.
La última novedad es que Guvera ha desembarcado en Latinoamérica para ampliar los mercados de Perú y Chile, donde tenían ya presencia. No descartan nuevas adquisiciones para profundizar su ingreso en el mercado latino, y ya trabajan sobre vínculos con los principales proveedores de contenido de música locales.
Guvera es una opción que crece con alianzas estratégicas proveyendo de música gratuita, y absolutamente legal, a los fanáticos del mundo. Este parece el camino, que va ganando en confianza, para reemplazar el modelo de negocio tradicional de difusión de la música y sus artistas.
Quedará entonces la transformación necesaria que deberán hacer las empresas discográficas para no quedar solo como íconos perimidos del modelo que rápidamente se vuelve obsoleto.