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En otro sacudón revolucionario independiza su servicio de mensajería instantánea y lo pone a pelear en el terreno de Messenger de Facebook, Skype de Microsoft, y por supuesto el gigante WhatsApp, también de Facebook.
Basta de protección y respaldo. A buscar caminos propios con control, pero sin intervención directa en la imagen y vínculos con otros productos de la misma compañía.
Hangouts, deja de ser un anexo del correo Gmail y se lanza con una web propia como la de quienes serán sus competidores, ahora en igualdad de condiciones buscará ser más eficiente y convocar por si mismo usuarios interesados en utilizar la plataforma.
Primero te contamos el lanzamiento de la aplicación independiente Google Fotos (Google Fotos, te regala todo el espacio que quieras para tus fotos), luego el anuncio de que “Google+ ya no es obligatorio para algunos servicios”, hace unos pocos días “Google será parte de Alphabet”.
Nos resulta sencillo dilucidar la estrategia empresarial de la empresa norteamericana en relación al manejo de sus productos y servicios. Lo que no deja de sorprender es lo arriesgado de sus decisiones cambiando de una política protectoria e integrada –sosteniendo e insistiendo, en algunos casos, con productos sin la aceptación del público- a una diversificación que pretende entregarles a cada uno de sus espacios un verdadero vuelo propio.
Como dijimos no hace falta ya tener una cuenta de Gmail o de Google+ para acceder a Hangouts y realizar videollamadas, llamadas de voz y texto. Solo debemos ingresar a la web, sin instalar ninguna aplicación adicional.
El servicio de mensajería instantánea tiene las características y funciones desarrolladas para los dispositivos móviles, permitiendo que estos sincronicen sin problema.
Se extiende para Firefox y Safari abriendo el juego para convocar más usuarios a nivel global. Con ese fin deja de lado el vínculo exclusivo con el navegador Chrome de Google.
Hangouts, ya cuenta con las herramientas y la libertad que le ha brindado su creador para ser autosuficiente. Veremos si está a la altura de las expectativas propias y ajenas. No será fácil.
