Reseñas
El debate de si los videojuegos perjudican la sociabilidad de los usuarios, si crean dependencia o perjudican la salud psicológica ha surgido en reiteradas oportunidades.
Este tema vuelve a reflotar desde que la OMS (Organización Mundial de la Salud) declaró oficialmente, en la reciente Clasificación Internacional de Enfermedades, la adicción a los videojuegos como una enfermedad mental.
La decisión fue tomada luego del seguimiento efectuado por un grupo de especialistas, en un lapso de 12 meses, en personas que abusan de los videojuegos cotidianamente.
Los mismos manifiestan que existe una clara tendencia negativa, una codependencia al juego electrónico semejante al consumo de alcohol, drogas o tabaco, por lo que existe el síndrome de abstinencia cuando se interrumpe el acceso a los videojuegos.
Tal es así, que los jugadores no pueden conciliar el sueño, no pueden comer con normalidad y no desean realizar otras actividades.
Por lo mencionado, aconsejan que es de suma importancia prestar atención si en los niños que juegan produce irritabilidad dejar de hacerlo, desgano en realizar otras actividades (como un deporte) o cuando se esconden de los padres para jugar.
En adolescentes es prudente poner atención si se aíslan de la sociedad, si comienzan con problemas académicos o si abusan de los horarios de descanso, produciéndoles insomnio.
Vale rescatar que un grupo de especialistas en el área psicoanalítica aclaran, que en situaciones donde se utilizan con un fin de entretenimiento, no es contraproducente y que es bueno si se juegan moderadamente en familia. Además opinan que jugar motiva la telemática, disciplina que involucra la tecnología con aspectos científicos.
¿Qué opinas?
