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1.000.000.000 es un número que tiene demasiados ceros para dimensionar lo que representa con un solo golpe de vista. Si nos referimos a personas, aún más. Ahora bien, qué sucedería si además te contamos que todos ellos, una séptima parte de la población mundial, eligieron una herramienta tecnológica para acompañarlos en sus comunicaciones personales, sociales, laborales de todos los días.
Concluiríamos fácilmente que la calidad del desarrollo ha de ser impresionante y que su innovación seguramente es continua y permanente para poder cautivar a semejante cantidad de personas en un rubro que se renueva, reinventa y evoluciona con la velocidad de la luz. También podríamos asegurar que muy pocos lo lograrían.
¿En quién pensaríamos si de correo electrónico se trata? Sí, Gmail sería el nombre que tendríamos en la punta de la lengua, el servicio de correo electrónico más importante del mundo.
Desde 2004, y con un comienzo como el sistema de comunicación interna para empleados de Google, el poderoso Google mail se ha llevado a todos sus competidores por delante, ostentado una cantidad de cuentas dignas de admiración.
Hace solo unos días en la nota “Facebook y sus escalofriantes números del último trimestre de 2015”, anunciamos que Facebook disfrutaba un WhatsApp que alcanzaba esa inmensa cantidad de usuarios, Google, por su parte no podía ser menos y llega con otro de sus servicios a superar la emblemática cifra.
A una velocidad inaudita el mundo tecnológico sigue tejiendo la red que conectará al mundo entero. A partir de servicios, entretenimiento, redes sociales e información, se aglutina el contenido de todo aquello que para el hombre es interesante y útil, mientras las empresas con sus aplicaciones, y sus dispositivos para ejecutarlas, van seduciendo a la población del planeta para sumar de a millones a sus filas.
En el camino de la evolución se caen y se crean nuevos paradigmas, las relaciones humanas y los vínculos a partir de las comunicaciones es uno de los paradigmas que se encuentra hoy en constante discusión. Seguramente estos gigantes revolucionarios de la talla de Gmail han tenido mucho que ver en esto.
