Hace un año, el gigante tecnológico propiedad de Mark Zuckerberg adquirió a WhatsApp, y a pesar de que el servicio de mensajería instantánea cuenta con casi 1.000 millones de usuarios, Facebook parece no obtener ingresos directos.
La compra de WhatsApp hace más de un año fue la operación más importante de la firma de Mark Zuckerberg, representando un total de 22.000 millones de dólares. Basta con aplicar el sentido común para entender de que habiendo hecho tal inversión, cualquier persona o empresa esperaría que la misma comience, en algún momento, a ser recuperada y fomente el reparto de dividendos.
El punto de equilibrio de la operación se encuentra muy lejos en este caso, a pesar de la gigantesca cantidad de usuarios activos que ostenta el servicio de mensajería instantánea que ha cambiado la forma de concebir la comunicación en este nuevo siglo.
A lo mencionado anteriormente, se suma otro hecho disruptor, y es que otros servicios de mensajería similares como Kakao Talk, Line o WeChat generan mayores beneficios que WhatsApp o el mismísimo Facebook Messenger. De acuerdo a datos oficiales de Activate, WeChat genera unos 7 dólares por usuario, Kakao Talk 4,24 dólares por usuario y Line 3,16 dólares por usuario, en gran medida en todos los casos por las apps y juegos ofrecidos por estos servicios de mensajería en sus plataformas.
WhatsApp genera unos 6 centavos de dólar por usuario, un número realmente bajo a simple vista. Algunas personas incluso han comenzado a especular entre una posible fusión entre WhatsApp y Messenger luego de conocerse estas cifras.
Sin embargo, ¿es posible que Facebook hiciera un muy mal negocio con WhatsApp, o hay algo más detrás de esta historia? ¿Hay algo que Mark Zuckerberg conoce, y que el resto de los competidores no?
Ante estas preguntas, la explicación es más sencilla de lo que se cree. WhatsApp, al igual que una red social, es valiosa en función del número de usuarios. Si Facebook no hubiese adquirido a WhatsApp, Twitter o Google lo hubieran hecho inexorablemente, arrastrando a cientos de millones de usuarios consigo, y aniquilando indirectamente el mercado de la red social Facebook. Además, si bien Facebook aún no ha desplegado públicamente ningún sistema para monetizar en forma trascendental la semejante base de usuarios, se garantiza de que nadie más lo haga.
Facebook no ha sido nunca transparente respecto a la información que posee de sus usuarios y a la forma en que la utiliza, aunque cientos de especialistas aseguran que la empresa cruza datos entre Facebook y WhatsApp y vende publicidad personalizada a cuentagotas. Aquí, emerge uno de los grandes paradigmas de finales del siglo XX y que marcará seguramente toda nuestra vida: el valor de la información.
¿Cómo valorizar los 30.000 millones de mensajes diarios que viajan a través de WhatsApp, con información individual sumamente valiosa? Aunque Forbes señale que los balances trimestrales no digan una sola cifra sobre la app de mensajería instantánea, sin lugar a dudas Facebook ha hecho posiblemente una de las mejores inversiones a largo plazo.