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El Vision Pro utiliza una tecnología llamada passthrough, que consiste en capturar la imagen del mundo real con cámaras frontales y proyectarla en las pantallas del visor, creando así una sensación de transparencia. De esta forma, el usuario puede interactuar con el entorno físico y el digital al mismo tiempo, sin perder el contacto con la realidad.
El dispositivo también cuenta con un sistema de seguimiento ocular, gestual y de voz, que permite controlar el interfaz con la mirada, las manos y la voz, de forma natural e intuitiva. Además, el Vision Pro incorpora un chip M2 y otro R1, que se encargan de procesar la gran cantidad de datos que requiere la realidad mixta, así como una batería externa que se conecta al visor mediante un cable y que ofrece una autonomía de unas 2,5 horas.
El Vision Pro es compatible con las aplicaciones de iPadOS, pero también ofrece contenidos exclusivos y optimizados para aprovechar al máximo sus capacidades. Entre ellos, se encuentran los Entornos, que son escenarios virtuales que recrean lugares como la Luna, Yosemite o un volcán hawaiano, y que se pueden personalizar con el sonido y la iluminación ambiental. También hay aplicaciones de realidad aumentada, como Lego o Encounter Dinosaurs, que permiten interactuar con objetos y criaturas virtuales en el espacio real.
El Vision Pro es, sin duda, un producto ambicioso y vanguardista, que abre las puertas a un nuevo paradigma de computación espacial. Sin embargo, también tiene algunos aspectos a mejorar, como el peso y el diseño del visor, la calidad y la distorsión de la imagen passthrough, o el precio, que parte de los 3.500 dólares. Se trata de un dispositivo de primera generación, que aún tiene mucho margen de evolución, pero que ya ofrece destellos de un futuro que dependerá en gran medida de los desarrolladores.
