En ese país, la idea futurista de que un chip bajo la piel reemplace las llaves, tarjetas de visita y tickets de tren ya es un hecho. Cerca de 3.000 ciudadanos indiferentes a los riesgos que podría ocasionar ya lo están probando y manifiestan que el chip es totalmente inofensivo, que simplifica la vida cotiana y que se activa solo cuando se lo acerca a un lector de tarjetas NFC (Near Field Communication).
Ulrika Celsing tiene 28 años y es usuaria, desde hace un año, de este chip subcutáneo que le permite ingresar a su oficina, entrar al gimnasio y hasta tomar el tren. Ella asegura que el chip le facilita su vida y que es muy buena la experiencia que está viviendo desde que lo tiene incorporado.
Además manifestó que más allá del leve dolor que sintió cuando le insertaron el chip con una jeringa, no siente nada extraño y que no teme por la privacidad de sus datos o de que, por ejemplo, “la vigilen”.
¿Existen riesgos?
Algunos expertos en salud, sin embargo, opinan que el implante electrónico bajo la piel puede causar infecciones y reacciones del sistema inmunitario del cuerpo. Además, de que cuantos más datos se almacenen en el chip más peligroso es que sean utilizados con algún fin no deseado.
Este miedo es descartado por Jowan Österlund, que pasó de ser un colocador de piercings a manejar la empresa Biohax International, líder en implantación de chips. Él manifiesta, por el contrario, que si se portan consigo los datos personales mejor utilización de ellos puede hacerse.
¿Qué opinas, te implantarías uno de estos chips?