Intel parece comenzar una carrera vertiginosa para reinventarse, lo hace apostando a que puede transformar el mundo. ¿Cómo? conectando a las personas con sus útiles, sus rutinas, su vestimenta, en definitiva con todo su contexto más inmediato.
El creador universal de chips y microprocesadores para PC concreta nuevas alianzas para imponer sus desarrollos y promover otros, siempre con la obsesión por conectar tecnológicamente todo lo que existe.
Esto ocurre en el marco de la CES 2016 (Consumer Electronics Show o Feria de Electrónica de Consumo), el evento más importante de la industria tecnológica que se realiza desde 1967 en Las Vegas, Estados Unidos.
Intel, para focalizarse en esta tarea ha dejado un tanto de lado aquello que lo catapultó a ser uno de los grandes de la tecnología de avanzada mundial, el segmento de las PC. Es que no resulta extraño que el incontrolable avance de los dispositivos móviles haya provocado una significativa merma en el mercado que aún lidera Intel. Según la empresa, en pocos años, el fuerte del negocio tecnológico estará con “…el segmento de los dispositivos vestibles, conectividad y análisis de datos”, según Steve Long, uno de los responsables de Ventas y Marketing de Intel en América Latina. Claro, la pelea con el líder en el rubro de los smartphones, Qualcomm, no parece muy justa como para darla luego de haber perdido tanto terreno en el desarrollo de ese sector.
Más allá de la confianza ciega que propugna la compañía norteamericana en el futuro de la “Internet de las Cosas”, este viraje alternativo es un buen escape a una derrota casi segura a manos del productor más grande de chipsets para tecnología móvil.
El concepto presentado en la CES 2016 ha sido el aludido, apuntar a crear la “era de los sensores” como una variante válida que busca un entorno más inteligente, involucrando a todo tipo de aparato interconectado y en la red. La idea parecería ser pretenciosa, pero aseguran que entre 2020 y 2025 habrá más de 50.000 millones de objetos conectados que nos harán la vida más simple. “Nuestra estrategia es hacer que los objetos cotidianos estén en Internet” manifestó Ayse Ildeniz, vicepresidenta de nuevos aparatos
Los pilares sobre los que pretende impulsar esta revolución sería la tecnología de los chips RealSense y el módulo Curie, instrumentos que permiten ser adaptados para proveer de información en tiempo real sobre diferentes aspectos. En la muestra se presentaron varios desarrollos que los utilizaban, como las bicicletas BMX, las tablas de skate y de snowboard, anteojos deportivos, etc., otorgando al momento estadísticas sobre el desempeño y el rendimiento del deportista. También se implantan en desarrollos de la industria textil, y en cascos con visor para el trabajo productivo comprometiendo así muchas actividades humanas.
Importantes alianzas para llegar a todos los objetos posibles fueron anunciadas, con Google es una. Se asocia para crear smartphones con realidad aumentada y también para desarrollar Android Wear, el sistema operativo para prendas de vestir inteligentes.
Se sumaría Fossil (Michael Kors y Giorgio Armani), más Tag Heuer para competir en alta gama contra los Apple Watch.
Con ESPN y Red Bull la unión es para la provisión de los datos que registran estos dispositivos o indumentaria. También se anunció un convenio con Oakley para el lanzamiento, este año, de anteojos con esta tecnología aplicada.
Que los dispositivos comiencen a interactuar a partir de conductas cuasi humanas puede parecer desde fantástico a temerario, que todos los objetos usados por las personas comiencen a estar conectados parece imposible, pero como todo desafío evolutivo hay que asumirlo. Solo confiemos que los responsables de semejante cruzada no se olviden de garantizar la seguridad que deben tener los datos privados de las personas, de lo contrario estaríamos cruzando una línea que quizás lleve al fracaso a tan pretencioso emprendimiento global.