Así lo explica un estudio que afirma, que los sitios por los que habitualmente se navega, toman información tal como la dirección de IP, sin previa advertencia. Ya no es un acto de paranoia pensar que cada acción que se realiza en internet está siendo controlada o que puede ser recuperada por terceros en otro momento.
Diversos estudios han dado cuenta de que las políticas de privacidad en la red son inexistentes. Un nuevo análisis en más de un millón de sitios demostraron que el volumen de datos, sería bastante superior a lo hasta aquí descubierto.
Timothy Libert, investigador de la Universidad de Pennsylvania utilizó su propio software de código abierto WebXray para trabajar en algo así como un millón de sitios web. Allí descubrió que nueve de cada diez sitios filtran la información de usuarios a terceros. El estudio fue basado en webs de mucha popularidad, por lo que el alcance sería alto.
El estudio llegó a la conclusión de que “el 90 % de los usuarios de los sitios web que sirvieron de referencia, transfiere datos personales a terceros”. Aparentemente el peor de todos sería Google, que según el análisis de Libert, rastrea el 80 por ciento de los sitios indexados en Alexa sin respetar la alternativa de privacidad Do No Track.
El informe explica que la cosa empeora ya que, “ninguna web advierte a sus usuarios de que sus datos pueden ser rescatados por terceros”. Y agrega “esto incluye a Facebook y a casi todas las demás. Aunque si todos actuasen como Twitter distinta sería la historia”. Este tipo de afirmaciones explicaría de donde Facebook tiene información cuando un ente gubernamental espia a algun usuario como recientemente informó NetXee.
En referencia al ejemplar Twitter, el análisis sostiene que se trata de una página que cumple con las políticas de privacidad. “Es importante tener en cuenta que Twitter sigue la definición razonable de opt-out, es decir, los datos del usuario no se recogen" indica.
Por último, iluminan al usuario de cómo se da la fuga de datos. Mediante algunos contenidos que ubican en los diferentes sitios y que en oportunidades requieren de una petición HTML, en la que el usuario sin tener conocimiento, pasa información tal como la IP, fecha y hora, el modelo del ordenador entre otros. En otros casos, la manera de husmear en los datos es emplear cookies de rastreo, o descargar Javascript en los dispositivos.
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