Una disputa por derechos de autor puede llegar a sacar 20.000 canciones de YouTube.
Parece imposible, pero de no prosperar las negociaciones extrajudiciales estaremos observando una demanda, que deberá enfrentar Google, por 1.000 millones de dólares.
Claro, siempre y cuando YouTube no deje de publicar en su sitio las canciones cuyos derechos de autor se encuentran cuestionados por la Global Music Rights.
Todo surge con el lanzamiento de YouTube Music Key, el nuevo servicio de streaming de YouTube, el 12 de noviembre de 2014.
Es a partir de allí que el representante de artistas, Irving Azoff -responsable de la carrera de cantantes de la talla de Pharrell Williams (que con su tema “Happy” ya tiene 524 millones de visitas en YouTube), The Eagles, o Cristina Aguilera, entre otros, y que además es el propietario de la organización que defiende los derechos de autor de innumerables músicos, la Global Music Rights- cuestionó al servicio de alojamiento de videos más grande del mundo sobre la falta de derechos de autor de 20.000 temas musicales.
YouTube responde negándose en forma sistemática a mostrar los documentos que acrediten los derechos a reproducir públicamente esas canciones.
Esa documentación es muy posible que la tengan, a raíz de acuerdos previos con productoras musicales, no obstante consideran que su propio procedimiento para referir temas que violan los derechos de autor los exime de hacer cualquier tipo de presentación relativa al copyright de los productos que publican.
Google le responde a Azoff, y a su organización, que usen la plataforma de YouTube para denunciar si es que encuentran que hay un vídeo infractor en el sentido referenciado, trabajo imposible si los hay ya que las 20.000 canciones afectan seguramente a cientos de miles de videos.
El conflicto cada vez suma mayor tensión y, a la fecha, resulta bastante utópico pensar en una solución amigable al problema. Por ahora solo incertidumbre. Estaremos pendientes del tema.