Un teléfono celular modular. Un smartphone que se compone y descompone en piezas de acuerdo a las prestaciones que se requieran. Tan simple como armar un rompecabezas eligiendo las partes para una carcasa común.
A la estructura del smartphone se van añadiendo los diferentes módulos, la batería, la pantalla, la cámara fotográfica, etc. todo a través de electroimanes. La idea es ir incorporando módulos con nuevas prestaciones, descartar las perimidas y construir, o reconstruir el dispositivo de acuerdo a las necesidades, o a las posibilidades de su usuario.
Al mismo tiempo este producto logra ser sustentable para el ambiente ya que combate la “obsolescencia programada”, según Annette Zimmermann, especialista en telecomunicaciones.
Por primera vez se ha exhibido este novedoso prototipo en cuyo desarrollo tecnológico participan la empresa estadounidense Yezz y el gigante Google. Barcelona y el Mobile World Congress, fueron testigos de este relevante hecho.
Project Ara, el nombre que recibe el proyecto, está dirigido a países emergentes cuyo consumo de smartphones no es significativo debido al alto costo que ostentan. El atractivo para estos mercados está en la posible larga duración de este dispositivo. Google garantiza cinco o seis años para este móvil modular, muy por encima de los dos años en que europeos y norteamericanos descartan un smartphone.
En cuanto a lo estético y al peso del modelo hay mucho que trabajar aún, pero estos son aspectos en los que ya están dedicados los constructores y diseñadores de estas grandes empresas.
Está previsto que Google lance tres tamaños de estos dispositivos con los que apuesta a revolucionar la industria cautivando a un sector del mercado que valorará tener acceso a internet con las prestaciones de un smartphone. El proyecto es muy ambicioso ya que pretende sumar para Android 5.000 millones de usuarios mas (ya tienen 1.000 millones).
La prueba se hará a finales de 2015, en Puerto Rico, donde se evaluará el funcionamiento de los diferentes módulos y fundamentalmente se probará la aceptación del público.
Algunos escépticos no creen en el proyecto, argumentando su posición en que está demostrada que la búsqueda masiva internacional es de modelos más elegantes, angostos, livianos y con grandes pantallas, condiciones que aún no se han logrado con el prototipo de Ara.
Igualmente, y pese a que hay mucho que trabajar aún, se dejó trascender que los costos de producción estarían entre 50 y 100 dólares. No se habla del posible precio de mercado, pero ya es alentador saber su costo teniendo en cuenta que los smartphones superan, por mucho, ese valor.
Veremos si Google logra “difundir los smartphones en los países con poco nivel adquisitivo y construir un ecosistema alrededor del Android" -como ellos mismos anunciaron- con un producto versátil y atractivo, que hoy parece aún estar lejos de un desarrollo óptimo.
Imagen: twitter.com/projectara